Blogia
La Carga de Balaklava

¿Hasta cuándo?

¿Hasta cuándo?

Un pirado entra  con un M16, una pistola Glock y una Sig Sauer....mata a 27, posiblemente no mató a mas porque  se le acabaron las municiones o porque Dios ( que estaba de  asusntos propios ese día), no lo quiso.

 

Una matanza más... Columbine, Denver... que mas dá, hemos perdido la cuenta...

20 chavales de Primeria, entre 4 y 9 años....6 de sus profesores, algunos de ellos masacrados dando la vida defendiendoa  sus alumnos.... las lágrimas se nos escapan de los ojos mientras intentamos mantener la compostura.

La potente NRA, la National Rifle Association, callada y sin decir ni pio. " Que escampe, dirán". En 5 telediarios se nos olvidan estas imágenes.

Pues que no sea a sí, que nos rebelemos, que nos soliviantemos y que se logre una enmienda por la cual, por lo menos se pongan algunas trabas legales para que ningún loco pueda comprar un fusil semi automático ( el mismo que usa el ejército USA en Iraq).

Es que es de sentido común...

"The Land of the free". Pues no, va a ser que no...

 

En medio de la tragedia que viven las familias que perdieron a sus hijos, hermanos o madres durante la matanza del viernes en una escuela primaria de Connecticut , se escuchan ahora los relatos sobre varios héroes, como varios empleados de la escuela Sandy Hook que lograron evitar que la carnicería fuese peor mediante acciones abnegadas, rápidas e ingeniosas. Algunos de ellos dieron la vida en su sacrificio.

Hubo un empleado que usó el sistema de intercomunicación para alertar a otros en la escuela que algo malo sucedía. Un guardián arriesgó la vida al correr por los corredores advirtiendo del peligro. Una asistente ocultó a 18 niños gateando por un depósito y luego les dio papel y pinturas para que se mantuvieran tranquilos y callados.

Mientras la comunidad sigue abrumada por el dolor, la superintendente del distrito escolar, Janet Robinson, destacó "las increíbles acciones de heroísmo" que "al final les salvaron la vida a muchos". "Los maestros en realidad se concentraron por completo en sus alumnos", dijo Robinson el fin de semana a los periodistas.

Narró algunas otras historias de aquel trágico día. Después de que Adam Lanza irrumpiera por la puerta y comenzara a disparar, la psicóloga de la escuela Mary Sherlach y la directora Dawn Hochsprung corrieron hacia él, dijo Robinson. Hochsprung murió tratando de embestir al pistolero, dijeron las autoridades.

Sherlach, de 56 años, que hubiera sido la encargada de ayudar a los sobrevivientes a enfrentarse a la tragedia, murió haciendo lo que más amaba en la vida, dijo su yerno Eric Schwartz. "Mary sentía que realizaba trabajo divino al trabajar con los niños", destacó. Justamente en octubre, Hochsprung había tuiteado una foto de un simulacro de evacuación en la escuela con el mensaje "Seguridad primero".

Victoria Soto, una maestra de 27 años, ocultó a algunos de sus alumnos en un armario y murió tratando de protegerlos de las balas, dijo un primo de la joven, Jim Wiltsie, a la cadena ABC News. Aquellos que conocían a Soto dijeron que no les sorprendió su acción heroica.

"Si había una profesora que se preocupaba más por sus alumnos que por ella misma era ella", comentó John Harkins, el alcalde de Stratford, el pueblo de Soto. "Eso habla por montañas de su carácter, su compromiso y su dedicación".

Héroes que sobrevivieron

En otros casos, el personal salvó a los estudiantes y logró escapar con vida. El maestro Theodore Varga dijo que cuando las balas comenzaron a retumbar, un guardián corrió por toda la escuela avisando que se pusieran a salvo. Al parecer el hombre sobrevivió. Todo el personal que murió eran mujeres. "Les dijo, muchachos ¡agáchense, ocúltense!", relató Varga. "Fue realmente un héroe".

Alguien encendió el intercomunicador, alertando a todos que había un ataque en la escuela. Los maestros trancaron sus puertas y ordenaron a los niños a que se acurrucaran en los rincones o que se ocultaran en armarios.

En un salón, la maestra Kaitlin Roig parapetó a sus 15 estudiantes en un baño pequeño, trancó la puerta con un estante de libros y puso el seguro. Les recomendó a los niños que se mantuvieran en silencio. "Les dije: hay gente mala afuera ahora, pero después van a llegar los buenos", narró en el informativo ABC News.

Una asistente, Maryann Jacob, trabajaba en la biblioteca con 18 alumnos de cuarto grado cuando comenzaron los disparos. Llevó a los niños a un salón en la biblioteca pero después se dio cuenta que la puerta no tenía seguro. Les hizo ocultarse a lo largo del salón en un espacio para almacenar cosas, cerró la puerta y la afianzó con un estante de archivos. Les salvó la vida.

 

 

 

Los niños evacuados este viernes de la escuela primaria de Newtown (Connecticut), donde un tiroteo dejó al menos 27 muertos, 18 de ellos menores, relataron a la salida del centro el horror vivido: "Nos dijeron que cerráramos los ojos", declaraba una pequeña de nueve años al ser evacuada.

El exterior del edificio y las calles adyacentes quedaron colapsados por centenares de vehículos policiales y de familiares que se desplazaron hasta la escuela Sandy Hook, según las imágenes que acaparan en estos momentos todas las cadenas de televisión. Las imágenes muestran a unos padres angustiados, fundidos en abrazos con otros familiares y pendientes de sus teléfonos en todo momento.

"La policía nos dijo que nos abrazáramos, nos cogiéramos de la mano y cerráramos los ojos. Solo los abrimos al salir del colegio", explicó al diario local "Hartford Courant" Vanessa Bajraliu, una niña de nueve años. "Vi a los policías, a un montón de policías con armas en el pasillo", declaró la menor.

Brendan Murray, también de nueve años, relató que estaba con sus compañeros en el gimnasio de la escuela cuando escucharon "un montón de golpes" y los profesores les ordenaron que se escondieran en un armario, donde permanecieron ocultos durante 15 minutos. Varios de los alumnos de la escuela de Newtown, una localidad de 27.000 habitantes a unos 100 kilómetros al norte de Nueva York, fueron escoltados fuera de la escuela por sus profesores entre gritos y sollozos, según el relato de la cadena NBC.

Richard Wilford, un padre de un alumno de la escuela, se preguntaba desesperado: "¿Qué piensa un padre dirigiéndose a una escuela donde hay un tiroteo? Es el momento más aterrador de la vida de un padre ... No tienes ni idea". Wilford explicó al "Hartford Courant" que su hijo Sandy, de unos siete años, dijo que había escuchado "cacerolas cayendo" cuando sonaron los disparos.

La maestra salió a ver qué pasaba, volvió al aula, cerró la puerta y dijo a los alumnos que se agruparan todos en una esquina, relató el padre a los periodistas. "(Mi hija) Estaba en una clase pequeña, en un grupo de lectura, cuando oyó explosiones", explicó a la cadena Fox News Lisa Procaccini. "Su maestro, y le estoy agradecida por ello, se resguardó con los niños en el cuarto de baño y cerró la puerta. Les dijo que tan solo eran golpes y tratasen de mantener la calma", declaró la madre a las puertas del centro.

 

 

MATT SEDENSKY

  •  
  •  

 

 

La mayoría murió al inicio de sus jóvenes vidas, pequeñas víctimas arrancadas de una forma inadecuada sin importar la edad. Otros encontraron el trabajo de su vida protegiendo a estos pequeños, educándolos, cuidándolos, tratándolos como si fueran de ellos. Después de que terminó la masacre en la primaria Sandy Hook de Newtown, Connecticut, el rastro de la pérdida fue más de lo que muchos pudieron imaginar: 20 niños, seis adultos en la escuela, la madre del atacante y él mismo.

Las siguientes personas son algunas de las que fallecieron:

VICTORIA SOTO, 27 años, profesora

Sale radiante en las fotos. Su entusiasmo y alegría eran evidentes. Sus seres queridos dicen que hacía lo que amaba. Ahora la consideran una heroína.

Aunque los detalles sobre su muerte aún son difusos, su nombre ha surgido una y otra vez como imagen de altruismo frente a la inconmensurable maldad. Los investigadores informaron a su familia que la maestra de 27 años murió por proteger a sus niños de primer grado. Dijeron que escondió a algunos en un baño o armario para ponerlos a salvo.

"Al hacer eso, ella se interpuso entre los niños y el atacante", dijo su primo Jim Wiltsie.

"Perdió la vida haciendo lo que más amaba", agregó Wiltsie.

ANA MARQUEZ-GREENE, 6 años, alumna

Hace un año, Ana Márquez-Greene, de seis años, estaba disfrutando de las celebraciones decembrinas con sus familiares en un viaje a Puerto Rico. Esta ocasión será entristecedoramente distinta.

Elba Márquez, su abuela, dijo que la familia de la niña se mudó a Connecticut hace apenas dos meses desde Canadá en parte por la buena reputación de la escuela primaria Sandy Hook, donde ocurrió la masacre.

"Era un lugar hermoso, simplemente hermoso", dijo la señora Márquez, quien acababa de visitar la nueva casa en noviembre con motivo del Día de Acción de Gracias, y se siente perpleja ante lo sucedido.

DAWN HOCHSPRUNG, 47 años, directora de la escuela

El orgullo de Dawn Hochsprung por la primaria Sandy Hook era evidente. Acostumbraba tuitear fotos desde que comenzó a ser directora, dando vistazos indelebles de vida en un sitio ahora famoso por la tragedia. Esta semana subió fotos de los ensayos de los alumnos de cuarto grado para su concierto navideño.

En 2010, dijo en entrevista al diario local The Newtown Bee que no había "un lugar más positivo para llevar a los estudiantes todos los días". Y cuando llegó lo impensable, estuvo lista para defenderse.

Los oficiales informaron que la directora murió al tratar de embestir al atacante en un intento por derribarlo.

MARY SHERLACH, 56 años, sicóloga de la escuela

Cuando comenzaron los disparos, la sicóloga de la escuela Mary Sherlach, de 56 años, se lanzó también al peligro.

Janet Robinson, la inspectora de las escuelas públicas de Newtown, dijo que Sherlach y la directora Hochsprung corrieron para detener al atacante, y ambas perdieron la vida.

A pesar de que Sherlach estaba cerca de jubilarse, amaba su empleo en Sandy Hook. Los que la conocen la recuerdan como una vecina maravillosa, una persona hermosa y educadora dedicada.

Su yerno, Eric Schwartz, dijo al diario South Jersey Times que Sherlach era hincha de los Dolphins de Miami y le gustaba visitar el área de los Finger Lakes, y que le encantaba ayudar a que los niños superaran sus problemas.

"Mary sentía que realizaba trabajo divino con su tarea", destacó, "trabajando con los niños".

LAUREN ROUSSEAU, 30 años, profesora

Lauren Rousseau pasó años trabajando como profesora sustituta y haciendo otros trabajos. Por eso se emocionó cuando supo que pronto tendría el trabajo de tiempo completo en Sandy Hook. Su madre, Teresa Rousseau, no se contiene al decir lo que ese puesto significaba para ella.

"Fue el mejor año de su vida", dijo al Danbury News-Times, donde es editora.

Rousseau era gentil, alegre y activa. Para el viernes había planeado ver la película "The Hobbit".

Amaba la música, el baile y el teatro.

"Estoy habituada a que la gente muera cuando es mayor", dijo su madre, pero "no la persona cuyo dormitorio sigue estando encima de mi cocina".

ANNE MARIE MURPHY, 52 años, profesora

Una persona feliz. Una buena madre, esposa e hija. Tenía dotes artísticos. Era entusiasta, ingeniosa y muy trabajadora.

Sus padres no se quedaron cortos en adjetivos sobre Anne Marie Murphy cuando fueron entrevistados por Newsday. Cuando se enteraron del tiroteo en la escuela, Hugh y Alice McGowan esperaron por noticias de su hija hora tras hora. Hasta que recibieron la noticia.

Las autoridades les dijeron que su hija trató de proteger a sus estudiantes de la lluvia de balas que disparaba el atacante. Tras recibir la triste noticia la madre de la víctima se aferró a su rosario.

"Uno jamás espera que asesinen a tu hija" dijo el padre al diario. "Solo sucede en la televisión, en otros lugares".

CHASE KOWALSKI, 7 años, alumno

Chase Kowalski siempre estaba al aire libre, le gustaba jugar en el patio trasero, montar su bicicleta. Justo la semana pasada, le dijo a su vecino Kevin Grimes, en una visita, que le gustaría completar y ganar su primer mini triatlón.

"Uno no puede imaginarse un mejor niño", comentó Grimes.

Los cinco hijos de Grimes estudian también en Sandy Hook.

EMILIE PARKER, 6 años, alumna

Sonriente y ansiosa de alegrar a quienes le rodeaban, Emilie Parker nunca perdió una oportunidad de dibujar o crear una tarjeta.

Su padre, Robbie Parker, hizo grandes esfuerzos por no llorar mientras describía a su linda hija rubia, siempre sonriente y a quien le gustaba probar cosas nuevas, mientras no fuese comida.

Parker fue uno de los padres de familia que habló públicamente sobre la pérdida de su hija, no expresó animosidad por el atacante aun cuando les explicaba sobre la muerte a sus otros dos hijos de 3 y 4 años. Dijo que el mundo es mejor después que Emilie vivió aquí.

 

 

0 comentarios