El ejército de la Señorita Pepys.

En España, todo lo que tiene que ver con interpretaciones pacifistas de la misión del Ejército o, como en este caso, la Marina, roza lo esperpéntico, que es  forma inteligente de suavizar la perfidia con un barniz espeso de estupidez. En el puerto de Torrevieja se encuentra el submarino “Delfín”, dado de baja en el año 2003, que puede ser visitado por el turista curioso. Este turista se quedará patidifuso cuando lea lo que se escribe en un folleto de publicidad: “Un barco para la paz, la cultura y la unión entre los pueblos, expre-sión de la profundidad de nuestras raíces marineras.” Al parecer esta frase la dijo, en un ataque de fervorín pacifista, el alcalde de Torrevieja el día de la entrega por la Marina. Aparte de este pacifismo marinero, lo de la “profundidad de nuestras raíces” es frase muy oportuna al tratarse de un submarino. Muy cerca del “Delfín” se exhibe un torpedo del que, ignoramos las razones, no se da fe en letrero alguno de sus pacíficas misiones o intenciones.  ¡Cosas veredes…!